Un señor acude al médico: – Doctor, vengo a verle porque noto que últimamente me canso demasiado al correr mis 25 Km diarios. El médico se le queda mirando y le pregunta: – ¿Qué edad tiene usted? – 76 años – Hombre, con esa edad es natural que se canse. Casi es un milagro que pueda correr tantos kilómetros. – Qué no, doctor. Yo me conozco bien y sé que me pasa algo. – Bien. Para su tranquilidad -dice el doctor- le voy a recetar una analítica completa. ¿Le viene bien el lunes a las 6 de la tarde? El anciano se queda pensando y contesta: – No puede ser; a esa hora tengo partida de tenis con papá. – ¿Con quién? – Con mi padre. El médico, alucinado, propone otra fecha. – ¿Y el viernes a las 8 de la tarde?¿También tiene tenis con papá? – Peor todavía, doctor. El viernes no puede ser porque se nos casa el abuelo. El médico se pone más blanco que la teta de una monja y tartamudea: – ¿Quién dice que se casa? El paciente se pone de pie, rodea la mesa y le pone la mano en el hombro al médico,