El pedo del vasco

En una noche tranquila en un caserío cerca de Bilbao, se oye un enorme pedo.El hijo pregunta:-Padre, has sido tu?-Si, hijo mío, he sido yo.-Ya, ya me parecía mucho pa la mula!!

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Vascos ligan con francesas

Estaban dos vascos de pueblo en el campo, cuando de repente se les acercan dos francesas y les dicen:– ¿Ustedes querer follar?Y dice uno de los vascos:– Ostia Pachi que estas quieren echar un quiqui.Se van a acercar a las francesas y les dice una sacando un preservativo:– No, no

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Un andaluz en una farmacia de Bilbao

Entra un andaluz en una farmacia de Bilbao:– Hola, buenos días. Me da una aspirinita…– Qué leche aspirinita, chaval. Aquí una Aspirinota y te la llevas rodando pues…– (Joer…) Bueno, vale y me da también un jarabito…– Pero ¿qué dices?. En la farmacia del Patxi un Jarabote en garrafa y

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Catalán donante de sangre

Esto es un catalán que esta escuchando la radio y decide acudir a una llamada de auxilio para un hombre que ha tenido un accidente, y que necesita un donante de sangre.El hombre que necesitaba la transfusion es un andaluz, que agradecido por salvarle la vida, le regala un cortijo

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Saludable

– Soy una persona muy saludable.– ¿Haces mucho deporte y comes sano?– No. Es que la gente me saluda por la calle y yo… pues les devuelvo el saludo.

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Reserva 1972 o caducadas?

Un chico invita a una romántica cena a su novia. A la hora de brindar dice: – Cariño, espera que voy a traer el vino. Va hacia la bodega, pero no encuentra nada. Espantado, dice a su sirvienta: – ¡Lupe, Lupe! ¿dónde está el vino? – Lo he tirado señor. – ¿Qué? ¿Cómo que lo tiraste? – Pues sí, es que todas las botellas habían caducado en 1972.

La historia de un feo

La Historia de un Feo. Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo. Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, “hicimos lo que pudimos, pero salió”. Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta. Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados. Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda. Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran: ¡Alto! ¡Alto! Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban: Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió? Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera cuando la compró. Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres y me contesto: No lo sé, hay un montón