Un aeronaútico, un industrial, un matemático y el mismo informático de ayer se encuentran realizando un crucero por el Nilo, cuando de repente se abre una vía de agua en el barco y comienza a hundirse; asustados cada uno de ellos intenta hallar una solución al problema. El matemático, una vez más, enuncia sus postulados: – Teniendo en cuenta que el conjunto barco-agua tiene una relación biunívoca antireflexiva creo que deberíamos realizar un análisis y acotar los términos en una escala de valores discretos…, Bla, Bla, Bla, Glub, Gloub… Total, que el tío incluso bajo el agua seguía hablando, hasta que se ahoga. El aeronaútico, viendo lo que se le venía encima resuelve: – Nuestro estimado colega ha sido demasiado teórico y ha enfocado el problema desde el punto de vista numérico, pienso que deberíamos aplicar la teoría de fluídos despreciando los factores irrelevantes al sistema de fuerzas que interaccionan entre sí, Bla, Bla, Bla, Glub, Glub, Bloub… Kaput. El industrial que había observado las disertaciones de ambos mientras estaba manos a la obra, se había hecho un cubo de acero quitando planchas del casco, pero como no daba a bastos y cada vez entraba más agua, desafortunadamente se acabó