La CIA

Esto son las oficinas de la CIA, donde están haciendo pruebas para reclutar nuevos agentes. Hay dos mujeres y un hombre. Entonces les dicen:

– Queremos saber si nuestros agentes cumplirían nuestras ordenes bajo cualquier circunstancia, así que tendrán que superar una dura prueba.

Le dan a una de las mujeres la pistola y le dicen:

– Su marido está en esa habitación atado a una silla. Entre y mátelo.

La mujer mira horrorizada la pistola, y dice:

– No, no, imposible. Amo a mi marido más que a nadie, no podría jamás hacer eso.

– Muy bien, pues nada, desátelo y márchese a su casa con él. No es la persona que necesitamos.

Le dan la pistola a la otra mujer y le dicen lo mismo. Ella coge la pistola temblorosa y al momento la deja caer llorando.

– Muy bien, señora, tranquila. Márchese a casa con su marido.

Entonces le toca al hombre. Le dicen que está su mujer atada en el cuarto de al lado, y él coge la pistola y entra. Antes de cerrarse la puerta ya le ha vaciado medio cargador a la mujer. Entonces se cierra la puerta y se oyen más disparos. A continuación, se comienzan a oir gritos y golpes. De repente se hace el silencio, y sale el hombre jadeante y manchado de sangre, y dice:

– Joder, a ver si os fijáis mejor, que me habéis dado la pistola de fogueo y he tenido que matarla a hostias con la silla.

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