La última puerta es gratis

Un hombre va a un burdel y pide una puta barata:
– “¿Qué le parece una de $10,000?”
– “Qué va, que va, más barata.”
– “¿Quizás mil?”
– “Pero usted debe creerse que yo soy Onnasis, ¿no?”
– “¿Y cien?”
– “Venga hombre. ¿Está loco?”
– “Pues mire, váyase a la de la última puerta que es gratis.”
– “Esa me gusta, voy para allá.”
El tío va leyendo carteles en los que pone: Puta americana, puta francesa, puta inglesa, puta alemana, puta rusa… y en la última puerta lee: “¡Puta calle!”

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