¿árbitros desgraciados?

En el colegio de árbitros:
– Hola, muy buenas. Mire, yo quiero ser árbitro.
– ¡Miguel!, ven a tomarle los datos a este desgraciado.
– Un momento, que yo no soy ningún desgraciado.
– ¡Miguel!, no vengas, que no sirve.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *